La mayoría de los ansiolíticos requieren receta médica debido a su potencial de dependencia y efectos secundarios. Existen opciones de venta libre como algunos suplementos herbales o naturales (como la valeriana o la pasiflora) que pueden tener un efecto calmante, pero su eficacia y seguridad varían. Es crucial consultar a un médico antes de tomar cualquier suplemento, especialmente si estás tomando otros medicamentos.